Rafael Nahuel

Rafael Nahuel

Santiago

Santiago

jueves, 2 de mayo de 2013

Paritarias



RECONCILIACIÓN OBLIGATORIA

Las y Los docentes que formamos parte de la Agrupación Docente Resistencia Colectiva de San Martín/Tres de Febrero queremos expresar nuestro repudio al acta acuerdo firmado por las direcciones sindicales del Frente Gremial Docente Bonaerense (FGDB), por la cual aceptan la Conciliación Obligatoria impuesta por el Gobierno de Scioli después que, arbitrariamente y por decreto, diera por cerrada la paritaria salarial, desconociendo el derecho de las trabajadoras y los trabajadores a discutir su monto y forma de cobro.

Nos preocupan varias cuestiones. La primera es que el FGDB reconozca al Ministerio de Trabajo provincial como mediador entre la patronal (el gobierno al cual ese ministerio pertenece) y los trabajadores (los sindicatos). La propia lista Celeste que conduce el Suteba, manifestó muchas veces el contrasentido de esta intención. No se puede ser juez y parte, dice el refrán. Haber aceptado esta instancia sienta precedente basado en una anomalía que perjudica a los trabajadores estatales de todas las ramas y jurisdicciones.
El otro punto es la decisión de aceptar una tregua durante la cual nuestra patronal (o sea el gobierno provincial.) no ofrecerá nada nuevo. ¿Para qué necesita la Conciliación Obligatoria el gobierno si ya ha manifestado públicamente que no tiene NADA nuevo que ofrecer en materia salarial en estos 15 días de parate? Y esto es el motivo central de nuestro rechazo. Las conducciones sindicales del Frente Gremial le siguen el juego al Gobierno sabiendo que no resultará en nada provechoso para los trabajadores y trabajadoras de la educación. Intentan reconciliar al Gobierno provincial y a su Ministerio de Educación con las y los docentes, luego del decretazo de marzo que redujo el poder adquisitivo del salario y empeoró aun más las condiciones laborales.
   
La conducción Celeste del Suteba está de espaldas a los docentes. No contempla nuestras necesidades y deseos, nuestra capacidad de lucha y de organización. Despilfarra fuerzas y actúa burocráticamente resolviendo a puertas cerradas: no hubo asamblea para levantar las medidas durante las inundaciones y organizar la solidaridad. No hubo asambleas para volver a convocar a nuevos paros. NO HUBO ASAMBLEAS PARA DECIDIR SI SE ACEPTABA O NO LA CONCILIACIÓN OBLIGATORIA.
Nos parece que intenta poner una losa sobre nuestras cabezas, frenar el conflicto y así tapar la profunda crisis económica de la Provincia de Buenos Aires y que se comienza a extender a nivel nacional.

Proponemos entrar en estado de deliberación permanente en las escuelas para debatir, intercambiar y decidir cómo salir de este atolladero. Hablemos del tema. Cuando más nos quieren callar e invisibilizar, juntémonos, en los recreos, a la salida o a la entrada, debatamos cómo tomar en nuestras manos esta pelea por el mejoramiento de nuestras condiciones laborales que son las condiciones de enseñanza de nuestros pibes y no nos dejemos congelar.


Agrupación Docente Resistencia Colectiva
San Martín / Tres de Febrero

en el
FURS  Frente de Unidad para la Recuperación del Suteba

EL 22 DE MAYO CAMBIEMOS PARA CAMBIAR EL SINDICATO

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Elecciones SUTEBA 2009

Resultado de las elecciones del SUTEBA seccional San Martín/3 de Febrero:

Lista CELESTE-GRIS: 624 votos
Lista ROSA-AZUL-MARRÓN-PÚRPURA-ROJO: 393 votos
Lista VIOLETA-BORDÓ-NARANJA-LILA: 230 Votos
En blanco: 16 votos

La Burocracia Celeste retiene el sindicato que dirije por más de 20 años y, con la última modificación del estatuto, lo hará por cuatro años más.

Reflexión

GANAR una reflexión colectiva


Lo que sigue forma parte de reflexiones aún en curso, en torno a la participación de nuestra agrupación Resistencia Colectiva, en las futuras elecciones de SUTEBA. Este material es tanto una forma de pensarnos como también una manera de abrirnos al conjunto de la docencia y pensar juntos nuestra realidad, deseos y posibilidades.


Elecciones

Los procesos eleccionarios suelen ser momentos en los que las organizaciones políticas dejan traslucir: lógicas de militancia y construcción, formas de organización, objetivos, métodos. De esta emergencia es posible identificar caminos, líneas de acción. Simplificando mucho la cuestión podemos pensar en dos grandes concepciones: por un lado, si creemos que ganar las elecciones es el primer y más importante paso para la construcción de una alternativa, intentaremos formar frentes con ese primer objetivo. Todo debate más general queda desdibujado, subsumido o directamente desechado. Todas las organizaciones que participan de un frente con esas características se unen con el objetivo común de ganar. De derrotar a la burocracia como primer paso en la construcción de un sindicato alternativo al servicio de las mayorías docentes.
Por otro lado, para los que no pensamos que ganar una elección es el primer paso, la cosa cambia. El proceso eleccionario en su conjunto se vuelve parte –ni el todo, ni lo primero– de una construcción más amplia, más abarcadora también. Se vuelve parte de una construcción que entiende que ganar un sindicato es importante, muy importante, pero no imprescindible. Que no hay que ganarlo de cualquier manera y a cualquier precio.
No es el todo porque la escuela, los pibes, las docentes, exceden en mucho a una elección, a un sindicato. No es el primer paso porque la política no se hace desde arriba, desde los dirigentes, desde la vanguardia. Se hace desde abajo, desde los debates más chiquitos, los que parecen intrascendentes. Se hace desde las prácticas cotidianas, las pequeñas decisiones.
Los que formamos pate de Resistencia Colectiva creemos que esto puede ser cambiado. Que podemos participar de las elecciones con otro perfil, con otro objetivo que el simple ganar. Pero lejos de imponer lo que consideramos virtuoso, proponemos el más amplio, sincero y fraternal debate, desterrando todo sectarismo.
Abrirnos a distintas formas de pensar y hacer política supone estar dispuestos a defender posiciones, métodos; pero también a modificar posturas si en la dinámica del debate se demuestran equivocadas o contraproducentes a los fines propuestos. Implica también la necesidad de hacernos de herramientas teórico-discursivas que nos permitan participar tanto de las discusiones con otras agrupaciones, como así también para generar y sostener espacios de debate y construcción al interior de las escuelas.

Sindicato

Los sindicatos son organizaciones de las masas. Y, como tales, no se organizan como lo hace un partido o una agrupación. Los sindicatos son de todas las y los trabajadores del gremio, en toda su multiplicidad. De aquí que reclamar para el sindicato la independencia del Estado, gobierno, lobby patronal y todo partido político, no sea una formulación para la relación con el afuera; sino una posición política que cala profundo en la dinámica del gremio porque hace al núcleo de la propuesta para una democracia sindical real, no subsidiaria de necesidades y proyectos sectoriales.
En este sentido, los que formamos partes de Resistencia Colectiva, entendemos que la tarea general de un sindicato es crear las condiciones para que la base construya herramientas de participación y lucha, en la forma más democrática y pluralista posible, desenvolviendo una práctica y conciencia de clase, para enfrentar las políticas del capital y sus funcionales burocracias.
La tarea es muy compleja ya que la burocracia no sólo se ha instalado en las direcciones de casi todos los sindicatos de nuestro país, sino, lo que es aún peor, ha logrado instalar un discurso y una lógica que naturaliza su funcionamiento, ocultando su complicidad, y restringiendo al máximo la posibilidad de cambio.
Cambio que se presenta cada vez más necesario dado la inminencia de una de las crisis más agudas de los últimos 60 años, y que amenaza principalmente a todas las y los trabajadores del globo.
Pero hay grietas. La dinámica humana nos ha mostrado que la historia no terminó. Que es posible pelearle al mundo un lugar. Es posible pensar un futuro para todas y todos.

Unidad

La palabra “unidad” puede ser entendida en múltiples formas. Con respecto a las alianzas electorales de oposición -conformación de lista unitaria- la unidad aparece, por lo general, como la única forma de derrotar al oficialismo y recuperar el sindicato para las trabajadoras y trabajadores. Pero esta naturalización debe ser mediada por un debate más profundo. Tomada así, la unidad aparece como un axioma, un principio que, como tal, no puede ser discutido sin atentar contra él; al menos en su carácter de principio.
Pero para nosotros, los que entendemos que las mujeres y los hombres nos vamos construyendo sobre la marcha, que la historia resulta de del ir y venir, de saltos y continuidades, de construcciones dinámicas: la unidad no es un axioma. La unidad para nosotros es un proceso y un camino. Partimos de la diversidad como situación de los grupos humanos. La unidad como construcción es fruto del debate de ideas y posiciones políticas. Pero fundamentalmente es fruto de una práctica común, de las coincidencias políticas y metodológicas devenidas de un pensar nuestra práctica concreta.
Esta unidad como proceso, entonces, no puede ser impuesta. Tampoco puede ser patrimonio de pocos.
Por lo dicho anteriormente creemos que la unidad para pelear la dirección de un sindicato no puede ser el resultado de un acuerdo entre agrupaciones. Si el objetivo, además de ganar, es transformar el sindicato, la unidad tiene que ser real. Y para ser real tiene que darse tanto en los ámbitos políticos y metodológicos, como en la práctica concreta.

Ganar

Ganar no es reemplazar al oficialismo celeste por otro color. Si el objetivo final es transformar la dinámica general del sistema educativo, no podemos quedarnos en un enroque cromático. Ganar es transformar el sindicato; es devolverlo a sus trabajadoras y trabajadores para constituirlo en herramienta de construcción, participación y lucha. Ganar es democratizar. Es derribar las barreras que separan a la dinámica sindical de la más general de la escuela. Ganar un sindicato es siempre potestad de las trabajadoras y trabajadores de la educación y no de una agrupación. Tampoco de todas las agrupaciones juntas.
Ganar es construir las condiciones de posibilidad de una apropiación real de la política por parte del colectivo. Es ligar los procesos escolares con los procesos políticos más generales a nivel nacional e internacional. Ganar un sindicato es mancomunar a la docencia con el resto de la comunidad educativa, en un proyecto común de liberación de las clases oprimidas que oponga al destino de exclusión y marginación, un mundo para todas y todos.
Esta lucha es más general, toma en cuenta muchos y múltiples factores que hacen a la vida escolar. Se pronuncia por el derecho a la educación como el derecho de los pueblos a ser motores de su cultura; una cultura y un conocimiento liberadores de las relaciones de explotación a que nos somete la dinámica capitalista. Un saber anclado profundamente en las condiciones reales de lucha y organización, pero también en los deseos desenvueltos en las cotidianas luchas que nos tienen como protagonistas a las y los trabajadores, a las y los explotados y marginados.

Ganar es luchar y construir en una simbiosis imposible de desentramar.


Agrupación Docente Resistencia Colectiva

Paro de CTA

Paro de CTA
27 de Mayo